el valor de lo mío y lo vuestro

Tenemos que saber decir lo que pensamos y pensar lo que nos dicen
Sólo expresando lo que se siente sentiremos no habernos expresado antes.
Respeta lo de los demás para que respeten lo tuyo.


jueves, 31 de marzo de 2011

Todos para uno

Estos días, está uno mucho más solicitado que de costumbre. Se reciben más mensajes, tu buzón de correo siempre tiene algo que recoger, las alarmas del móvil y el ordenador no paran de sonar. Estamos en final y principio de mes, con lo que un "aluvión" de cargos en el banco se pelean por entrar primero en tu cuento y tener así un mejor "asiento" y un saldo más abultado del que "chupar". Sin embargo, por más que miro desde todos los ángulos posibles la información o el extracto de mi "sufrida" cuenta, sólo veo un abono, el de la nómina, (y menos mal que allí está cada fin de mes), como un "superhéroe" que se enfrenta a todos los "malos cargos" con más moral que el Alcoyano, confiando en no acabar en un número rojo y desangrado.
Produce a veces una sensación de agobio tanto cargo a la vez, como si te quisieran resumir y condensar en unos pocos días, y para que te des cuenta de lo que gastas, todos los conceptos: allí están cada mes, fieles a su cita, los recibos del agua, la luz, el fijo, el móvil, la conexión a internet, las suscripciones de imagen y papel, las tarjetas de crédito, la del Corte Inglés...Ya sólo de escribirlo le entra a uno el agobio.
Y frente a todos esos cargos, un abono. Todos para uno y uno para todos
Parece que la famosa frase de los mosqueteros hubiera inspirado a la Banca y a la sociedad en general.
Sólo queda una salida: si el solitario abono es muy fuerte y tiene superpoderes, seguro que puede con todos sus cargos "aantagonistas". Y así, hasta el próximo mes, porque ya se sabe que casi todo en este planeta se acaba repitiendo como los días y las noches.
Ya que hablamos de noches, os deseo una muy buenas, que ya va siendo hora de descansar. mañana hay muchos cargos que atender.

La waka y el sol

Ha dicho ella en su tierra: "Os presento a mi sol", como si fuera la mayor experta de su país en el conociminto del firmamento. Y además, si miras con detenimiento y más de cerca la foto, resulta que no te deslumbra ni nada... Bues vaya sol...Si hasta parece que tiene el aspecto de un hombre con cara de aburrido y un poco "corto", con algo de barba y muchos labios, eso sí. Yo me he supuesto que los soles on distintos según los sitios por donde salen y se acuestan, y que para gustos los colores.
Tienen por lo visto el sol y su Waka profesiones públicas, quero decir cara al público, delante de mucha gente y normalmente debajo de los focos. Por eso, creo que no pasan apuros a final de mes, no se preocupan mucho del Euribor y contratan a gente para que les cuide los números, aunque todo el mundo acabe sabiendo dónde comen o pasan las vacaciones. Como hubiera dicho mi madre:"Déjalos que disfruten ahora que pueden..."
El sol ilumina los campos de fútbol mientras la Waka ameniza al personal con sus cantos y sus "meneos".
Hasta ahora, todo era de color de rosa, muy bonito pero...¿Se pueden decir estas cursilerías sin estar enamorado? Parece que sólo en ese estado de "abandono", sobre todo en sus estados iniciales, se pueden decir estas cosas. Luego, el cariño, la responsabilidad, la rutina, la incomunicación, el silencio y el abandono.
Así que mejor que ahora se digan estas cosas, que ya tendran tiempo de decirse y tirarse de todo.
Otra cosa les perjudica: a medio país le ha dejado de gustar la Waka y sus canciones, y hasta es probable que este verano no caten el sol. Es lo que tiene el ser famoso.
Mientrea que el sol pique...

miércoles, 30 de marzo de 2011

Finales felices

Dicen que la realidad supera siempre la ficción. Casi siempre es verdad, pero hay una cosa en la que la ficción supera ampliamente a la realidad: la absoluta mayoría acaba bien, triunfa el "final feliz".
Ojalá la realidad acabara siempre también como en las películas, las novelas o las series de televisión: los problemas son grandes y las situaciones "peliagudas", pero... al final todo se soluciona y los protagonistas, después de haber salvado su vida unas cuantas veces y de paso al mundo, tienen tiempo para sonreir y darse un besito con su pareja como un "buenos días, cariño" cualquiera.
Por qué será que siempre o casi siempre hay final feliz? Yo creo que a la gente no le gusta nada que las cosas acaben mal, o al menos regular (y ya no digamos nada que te ponga aquello tan fustrante de "continuará"), y prefiere que el tiempo que ha gastado (o invertido) en ver ficción le deje al menos con el espíritu tranquilo y el alma serena (los más veteranos igual se acuerdan de un espacio religioso que había en la televisión única al final de la noche cuyo título era precisamente ése :"El alma se serena"). Es lógico que la gente con tantos problemas en su dura y a veces cruda realidad no quiera ver más que "finales felices". La otra opción es un cambio de canal para ver frikies en "Sálvame" cómo se despellejan, pero entiendo que este "estrato social" no tiene dura y cruda realidad, más bien tiene una realidad gris, así que no demandan tanto "final feliz".
La novel negra también es otra vía de escape para los que no gustamos siempre de finales felices, pero hay que consumirla con moderación, sobre todo ahora que no se puede fumar en nigún sitio y lo de imitar a Bogart o a Sam Spade no está de moda.
Eso sí, me gustaría que para mí y para todos hubiera muchos más finales felices, casi tantos como en la tele en las "series de culto". Por cierto, a ver si me quito un poco de alguna serie, que últimamente me gustan todas. Ser´que me estoy haciendo mayor, o que me gusta cualquier cosa... O que me gusta que al menos la ficción que veo tenga un "final feliz". Sí, será eso.

martes, 29 de marzo de 2011

Para alguien

Empiezo hoy unas simples ideas que salen de un ratito de reflexión al final del día.
No hay nada más gratificante para cualquiera que saber que lo que hace sirve para algo o a alguien. Si lo que hace uno no tiene sentido para otros, dejará de hacerlo por inútil.
Pero además, es interesante y saludable que hacer algo sirva también para el que lo hace, independientemente de lo útil que sea para los demás. Es más, hay cosas que se hacen para sí mismo y su provecho, sin que influyan en los demás, por eso se hace deporte o relajación. Eso sí, no es lo mismo, siempre se hacen las cosas más a gusto si lo pueden ver los otros, se puede contar a otros o puedes imteresar a otros. Si se liga uno a alguien y no se puede contar...
Todo este "rodeo" viene a cuento de lo que pienso sobre la misión que todo ser humano debe tener en la vida: que sus acciones y sus palabras interesen a alguien, sirvan a alguien, se dirijan a alguien.
Estos tiempos tan virtuales y egoístas no fomentan estas cosas, parece que todo el mundo vive en su burbuja (como los adolescentes esos japoneses, que no quieren ni necesitan salir de su habitación), pero a mí me sigue haciendo ilusión pensar que mi esfuerzo, mi trabajo y mis acciones son útiles para alguien, o al menos le interesan a alguien.
Que cuando aquí escribo, escribo para alguien., o, al menos, me gustaría que así fuera.

sábado, 26 de marzo de 2011

Cambios

Esta noche nos cambian la hora. Y es que, en esta sociedad en la que nos ha tocado vivir, a sus dirigentes les gusta mucho intervenir y "legislar" sobre cada aspecto de la vida de los "súbditos". Y qué mejor y más preciado bien para cada uno como es su tiempo y el uso que hace de él.
Se defiende su cambio por los ahorros en energía en el que no se ponen de acuerdo (no ya en su cantidad, sino también en su misma existencia) ni los expertos. Los médicos y "expertos" de salud aprovechan la ocasión para aparecer en los medios de comunicación, para decir siempre lo que nos perjudica en la salud física y en la "otra", y así de paso reivindicar que existen y que no se les consulta estas deciones (como si a los dirigentes les importe mucho la opinión ajena, de los cuidadores y de los "cuidados".
El caso es "dar la impresión" de que se hace algo, aunque la mayoría de las veces no se hace nada. Y aunque se haga algo igual que los "otros", siempre hay que esforzarse en marcar bien las diferentes razones y las diferentes reacciones (es decir, Irak no tiene nada que ver con Libia, por ejemplo).
El caso es cambiar, aunque sea la hora.

Prueba de estrés

Ha sido una semana dura en la oficina. El instinto de supervivencia se ha impuesto al resto de las motivaciones y me ha impedido acudir a micita personal con este foro. Es una lástima, pero a veces el día a día te sobrepasa y se necesita concentrar fuerzas.
Pero también se sacan enseñanzas de momentos o etapas intensivos en trabajo.
Por una parte, se conoce uno mismo más, de qué es capaz, cómo afronta y ordena las diferentes tareas a realizar, te das cuenta de "hasta donde eres capaz de llegar" (es lo que los sabios economistas actuales denominan "prueba de estrés").
Por otra, y me parece si caée más importante, se conoce más a tu entorno más cercano. No hay más exacto científicamente para testar a las personas y sus interrelaciones que una "prueba de esfuerzo". Se aprecia en estas situaciones mucho más claramente cómo son las personas y cómo se comportan entre sí Quién es realmente compañero, amigo o cainita. Quén va de frente, quién ayuda sin exigir nada a cambio, quién disfruta poniendo piedras en los ejes, quien "aporta" al grupo, quién mejora un grupo y quién lo destruye...
En las circunstancias difíciles, es donde se aprecia la verdadera esencia de las personalidades dentro de un grupo y las relaciones entre ellos.
Esta semana ha sido dura en la oficina, pero he aprendido cosas. Y en general me ha gustado lo que he aprendido.

domingo, 20 de marzo de 2011

Paternidad

Aunque sigo en "mis trece" (por cierto, si alguien sabe de dónde viene esta expresión, me gustaría que me los contara) de que es un gran invento de los grandes almacenesro nada nuevo si , sí que es bueno que al menos una vez al año festejemos la figura del padre y nos planteemos su papel en la sociedad moderna, la de ahora y la futura.
No descubro nada nuevo al decir que el papel de la familia en las generaciones más jóvenes se ha debilitado mucho respecto a generaciones más "veteranas". Y con ello, la figura del padre como referente, guía y responsable de los hijos.Ya no es el padre el principal responsable de la educación de los hijos, con lo que éstos aumentan el papel de colegio y amigos en su proceso de formación. Los padres ya no educan casi, y han pasado a ser "sponsors" de los hijos, con poco control sobre sus andanzas y sus compañías.
Igual suena un poco "antiguo" (lo cual mo siempre es malo) si afirmo que éste es uno de los grandes problemas de nuestra sociedad, el desapego de los padres respecto a sus grandes responsabilidades como formadores de personas y ejemplo de actitudes y comportamientos. Tampoco contribuye a ello el cada vez menos contacto "en vivo" entre padre e hijo, en torno a una mesa, por ejemplo. El padre llega tarde del trabajo, el hijo está con la consola o con "su" red social, siempre en un mundo virtual que supone una barrera a veces mucho más grande entre padre e hijo que la mera separación generacional.
Tenemos que intentar dar preferencia a estimular ese contacto, ese sentimiento de responsabilidad del padre para con su hijo y ese ejemplo para el hijo que debe ser su padre.
Y esto lo dice quien no ha tenido aún la sensación interna de ser padre, lo cual añade objetividad en las consderaciones pero le resta "conocimiento de causa".
Ah! y espero que hayáis tenido un feliz día del padre. Para los que lo son y para los que lo celebrarán el próximo año por primera vez.

sábado, 19 de marzo de 2011

Pobre y mísera de tí...

He dejado pasar algunos días para ver si se rebajaba mi nivel de indignación y también para verificar que no había nuevos argumentos de esperanza en un cambio de actitud ante la situación. Pero no ha sucedido ni lo uno ni lo otro, así que ha llegado el momento de sacar fuera y expresar mi pensamiento sobre la "catástrofe nuclear en Japón", no sea que me explote dentro.
Hace tiempo que observo que la política exterior ¿común? de Europa parece diseñada por sus antagonistas o enemigos. ¿Cómo es posible, si no, que en vez de brindarse a ayudar, a tranquilizar al pueblo nipón que acaba de sufrir un golpe tan duro, a tenderles, en suma, una mano, se dedican a pagar a tipos tan abyectos como su "ministro" de Energía y a "mirarse el ombligo" de sus propias instalaciones nucleares, por si tenemos un tsunami en Guadalajara o en Baviera?
La verdadera catástrofe, que no es nuclear, precisamente, son los miles de muertos, desaparecidos y desplazados de sus hogares, la parte de la nación que está devastada y la ingente labor de reconstrucción que les espera. El pueblo japonés SÏ que es motivo de admiración por su dignidad en el dolor y su capacidad de sacrificio y de superación.
No debemos olvidar que si hay una nación que ha sufrido de forma masiva los efectos nocivos de la radiación nuclear ésa es la japonesa. Comparar y denominar como catástrofes la tragedia que YA ha sucedido con los posibles problemas que afecten a los japoneses por la POSIBLE fuga radiactiva en un entorno de unos cuantos kilómetros es, como mínimo, injusto y desproporcionado. Que la noticia en los medios de comunicación en Europa sea la situación en los reactores (toda Europa conoce mejor el número y la distribución de los reactores de esa central nuclear que sus propias directivas en este campo) y no la labor de reconstrucción y la evaluación de daños revela la hipocresía y la poca altura de miras de los dirigentes europeos.
Y no salvo a ningún dirigente, más preocupados de sus opiniones públicas y de sus procesos electorales y de sus demagogias que de la calamidad que ha sufrido un pueblo que continuamente da al mundo leciones de trabajo, de equipo y de capacidad de superaciónen momentos dulces y amargos (¿hay que recordar la "huelga a la japonesa"?). Lo de mirarse al espejo queda para los europeos, que fueron los que inventaron a la madrastra (la que se preocupaba de saber si había alguien más guapa y más demócrata) y la que ahora le quiere tirar unos misiles a Gadaffi en defensa de los "demócratas" libios que nadie conoce siquiera si existen.
Ay Europa, pobre y mísera de ti...

miércoles, 16 de marzo de 2011

Que algo queda...

No puedo dejar de comentar algo que siempre me ha supuesto mucha indignació e impotencia: lo barato que sale a los "insultadores habituales" la práctica que les define. Por supuesto, la intención es denigrar, insultar, injuriar... con el mayor eco y publicidad posibles. Y por supuesto también que lo de menos es si lo que se dice o se imputa a alguien es verdad o no.
Y es que nadie exige pruebas de lo que se afirma de algo o alguien con evidente intención de hacer daño y perjudicar su fama o reputación. Frecuentemente, incluso, es el aludido el que tiene que demostrar su inocencia o su falta de responsabilidad en los hechos o acciones que se le adjudican.
Y es que ya se sabe: desde la antigüedad más clásica, a la plebe se le suministraba en dosis calculadas "pan y circo", con claro conocimiento de que la "masa" quiere morbo, "carnaza" sangre... Y no digamos nada si encima es verdad.
Así que el "injuria que algo queda" está hoy más vigente que nunca. Y mucho me temo que si se buscaran más evidencias para afirmar esto o aquello de este o aquel, no tendría tanta "audiencia" y dejaría de practicarse por falta de alicientes. A lo mejor, al convertirse en un "deporte" elitista dejaría de ser popular para empezar a practicarse por personas tan sosas como razonables e inteligentes, a los que algunos héroes de ficción de "rabiosa actualidad" les parecerían seres de los que hay que rehuir como modelos de cualquier cosa.
Yo por si acaso, porque no me identifico mucho con la "masa", no voy a insultar ni injuriar a nadie...aunque no sean "mi tipo"

martes, 15 de marzo de 2011

Torrente...¡Sálvame!

Me inquieta pensar el tipo de programas de TV o películas de cine que tiene gran impacto o "audiencia". Se dice que "bastantes problemas tengo ya" como excusa para preferir aquello que no proporciona ni aporta absolutamente nada para su formación o educación. Me parece que no todo vale a la hora de evadirse del día a día o tener un tiempo de esparcimiento.
¿Por qué nos interesa tanto lo que les pasa a los demás? ¿Y por qué preferimos aquello que contribuye a "borrar" de la mente la actualidad para sumergirse en la actualidad de los otros, preferentemente la sentimental? No hay más que apreciar cuando ambas realidades o submundos se interrelacionan, "cotilleo" y "zafiedad", para tener el cóctel perfecto de grosería y ...éxito. Porque, es cierto, esto tiene más éxito que los documentales de la 2, que todo el mundo dice que ve pero nadie recuerda al día siguiente.
La gran pregunta es: ¿ El público demanda esto o se le enseña a demandar esto? ¿El huevo o la gallina?
La gran ventaja respecto a otros tiempos es que, además de otras cosas que hacer como leer, por ejemplo, hay una cartelera y una "rejilla" de canales donde elegir. Así que si se ven, es que se quiere ver. Sólo entonces podremos entonar con todo orgullo: Torrente...¡Sálvame!

sábado, 12 de marzo de 2011

Lección de humildad

Nos están dando estos días lecciones de humildad a los humanos.
Los políticos se ponen enfermos y visitan qurófanos y UCIs, otros visitan audiencias y juzgados (y otros más debieran hacerlo), otros falsifican curriculums y les pillan...
Pero si encima la naturaleza se despereza de vez en cuando, ni las mejores medidas de prevención o seguridad son capaces de ponernos a salvo. Cuando se ven las imágenes de la naturaleza desatando su poder, ni el más poderoso grupo o la más rica sociedad son capaces de hacer nada. La única diferencia entre las conductas humanas ante estos desastres es la rapidez en que la información de que esos sucesos han ocurrido nos llega a nuestros "confortables" y "seguros hogares o centros de trabajo (esto último, no tan aplicable a algunas sociedades).
Y es que el progreso y el universo virtual en el que muchas veces vivimos no debe darnos una idea de que manejamos todos los recursos, que somos quienes manejan el "joystick" de nuestra existencias. Cuando los verdaderos poderosos nos demuestran ese poder, los grupos humanos sólo pueden aceptar que son muy poca cosa, que no tienen el futuro asegurado ni en su mano.
¿Será por eso que existen las religiones, la creencia en dioses y en el más allá?

jueves, 10 de marzo de 2011

Yo hago, tú haces...

En estos tiempos que vivimos, cada cual debe aguantar su responsabilidad y cada "palo" su "vela". Bastantes cuitas renemos cada uno como para echarnos encima tareas ajenas.
La sociedad tradicionalmente no "castiga" suficientemente esa omisión de responsabilidad. La famosa imagen que hemos visto desde siempre en nuestro entorno de una cuadrilla de trabajo donde uno trabaja y el resto mira y juzga la labor del "pringao" que trabaja por todos, pero que sólo cobra por uno. Y menos mal que tiene trabajo para cobrar por uno..Estamos acostumbrados a ensalzar al estudiante que copia, porque obtiene buenos resultados sin el esfuerzo que emplea el que ha estudiado con ahínco: da igual que no se aprenda, lo que cuenta es "lo listo" que ha sido uno y "lo tonto" que ha sido el "empollón".
También hablamos de que un trabajo es bueno y deseable cuando no se da "un palo al agua", sin responsabilidad y con buenos tiempos para "el cigarrillo" y "el bocata", eso sí que no me exijan más que la asistencia en tiempo. Yo he comprobado en una empresa pública (que ahora no lo es) como los empleados hacían horas extras dos tardes a la semana (que cobraban o descontaban del horario laboral habitual) que empleaban en hacer quinielas, rellenar apuestas y celebrar ruidosas partidas de cartas encima de sus mesas de trabajo. Pues bien estaban bien orgullosos de lo listos que eran y de cómo exprimían a sus empresa.
Creo que debemos privilegiar el esfuerzo y la responsabilidad individual y desprestigiar conductas que buscan el escaqueo a cuenta de los demás. Hay mucha gente cada día esperando una oportunidad, démosla a quien se la merece.

domingo, 6 de marzo de 2011

Expertos

Hoy, como es domingo, descansan y sólo "debaten" en su casa o en la de otros. Pero mañana volverán a "abrumarnos" con sus conocimientos sobre...todo. Son los "debates", antes llamados "tertulias", y los muy "sesudos" colaboradores, antes llamados "tertulianos". Más o menos expertos en alguna materia, cobran por opinar sobre cualquier cosa, pretendiendo dar a entender que son los nuevos "hombres del Renacimiento", interasdos y conocedores de todas las materias. Lo mismo da el Euribor que el problema vasco, los Oscar o la Liga de fútbol, la pol´tica exterior europea o las nuevas normas de tráfico. Y además, todo pasado por el tamiz de la posición política, alabando todo lo que dicen los "míos" y echando por tierra cualquier cosa que digan o hagan "los otros". Y ya no digamos nada de los "debates" con "frikies" hablando de los cuernos de esta o de los amoríos de aquel otro...
Todo este "rollo" viene a cuento porque me parece que esta situación está rebajando en la sociedad la importancia del EXPERTO. Como todos opinamos sobte todo, no se valora suficientemente la preparación y el criterio de los que sí están en posesión de los conocimientos suficientes y de la autoridad intelectual suficiente como para opinar, valorar, juzgar, educar...en su materia. Cuando no se valora socialmente la opinión y la actuación de los expertos, se va al desorden y al "vale todo". También es cierto que algunos "expertos" no han hecho demasiado por prestigiar a su gremio, pero creo que no porque un juez prevarique debemos pensar que los jueces no saben juzgar, porque un fiscal no persiga a "los malos" debes desprestigiar la labor de la fiscalía en defensa de toda la sociedad, porque un tasador se acomode a las "presiones" de su cliente debemos pensar que la labor de valoración se hace de cualquier manera y por cualquiera...Y así, en todas las circunstancias de las actividades de los "expertos".
Sólo una sociedad que estimule y tenga en buena consideración la formación y la intervención de especialistas, de conococedores de cada materia, de "expertos", será una sociedad bien asesorada y gestionada.
Y para que todos opinar, siempre queda el amplio universo del ENTRENADOR DE FÚTBOL, para el que todos (al menos los españoles) estamos suficientemente preparados para opinar y debatir.

sábado, 5 de marzo de 2011

Papel y pastel

Ando yo estos días mejorando o intentando hacerlo la estética del blog, para lo que he contado y cuento con el asesoramiento de bloggeros/as con más experiencia y conocimiento en estos temas. personalmente, creo que ha mejorado, y eso me alegra, pero a la vez me ha provocado algún que otro pensamiento: ¿Es tan importante la imagen, el exterior, la presentación? ¿ No estamos en unos tiempos donde se "sublima" la imagen, descuidando o relegando a un segundo plano quizás, lo que se presenta?
Cuando se ve alguna publicidad, algún anuncio o programa (de televisión, e incluso de algún político), a veces da la impresión de que lo de menos es lo que hay detrás, sólo importa una imagen o una frase "comerciales", sin pasar a comentar o a "vender" el producto o la esencia de lo que se quiere transmitir.
No nos vendría mal de vez en cuando a todos saber aguantar el "chaparrón" inicial de imágenes y "slogans" para intentar valorar el interior de lo que se intenta vender. Que no nos dejemos arrastrar por un papel bonito cuando lo querealmente nos apetece es el pastel que viene envuelto en él.
¿ O será que al no tener una gran imagen tengo una opnión como aquella de la fábula de la zorra y las uvas:

jueves, 3 de marzo de 2011

INVERSIÓN O NECESIDAD

En estos tiempos que corren, la pregunta se plantea más que hace años: ¿Merece la pena hipotecarme para muchos años? ¿Puedo considerar que alquilando un servicio me comprometo menos? ¿Quiero invertir o sólo satisfacer una necesidad?
Es España uno de los países donde el sentido de la propiedad de bienes, la compra para hacerlo mío, está más arraigado. Continuamente se oyen consejos del tipo: Alquilar es tirar el dinero, Hay que dejar algo a los hijos, A largo plazo siempre es mejor...
Fuera este sentimiento está mucho menos acusado. Además, la movilidad geográfica media de sus habitantes es bastante mayor, por lo que las raíces no se hunden tanto como aquí.
¿ Qué pensáis que es mejor? Y en todo caso, prima más la inversión o es preferible no comprometer tanto la vida profesional y personal? Creo que en esta balanza pesa mucho la responsabilidad que cada uno tiene en cuestión de otras personas que "dependen" de uno. Por supuesto, la capacidad económica, junto con la independencia, determinarán la decisión.