Me inquieta pensar el tipo de programas de TV o películas de cine que tiene gran impacto o "audiencia". Se dice que "bastantes problemas tengo ya" como excusa para preferir aquello que no proporciona ni aporta absolutamente nada para su formación o educación. Me parece que no todo vale a la hora de evadirse del día a día o tener un tiempo de esparcimiento.
¿Por qué nos interesa tanto lo que les pasa a los demás? ¿Y por qué preferimos aquello que contribuye a "borrar" de la mente la actualidad para sumergirse en la actualidad de los otros, preferentemente la sentimental? No hay más que apreciar cuando ambas realidades o submundos se interrelacionan, "cotilleo" y "zafiedad", para tener el cóctel perfecto de grosería y ...éxito. Porque, es cierto, esto tiene más éxito que los documentales de la 2, que todo el mundo dice que ve pero nadie recuerda al día siguiente.
La gran pregunta es: ¿ El público demanda esto o se le enseña a demandar esto? ¿El huevo o la gallina?
La gran ventaja respecto a otros tiempos es que, además de otras cosas que hacer como leer, por ejemplo, hay una cartelera y una "rejilla" de canales donde elegir. Así que si se ven, es que se quiere ver. Sólo entonces podremos entonar con todo orgullo: Torrente...¡Sálvame!
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